Mal de generación ·1: Dí no al matrimonio. Me declaro culpable. Creo que por lo menos el 50% dejamos de creer en eso de tener que firmar un papel (y ni se diga de recibir la bendición) para poder estar al lado de la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida. Mi muy buen amigo Jurgen, como buen estudiante de derecho y con sus enormes ganas de especializarse en derecho civil, trataba de convencernos de lo maravilloso que es estar casado y que si bien el papel no es fundamental, sí representa las responsabilidades que estás dispuesto a adquirir a la hora de casarte. Yo me opuse rotundamente. Además, ¿cómo se supone que debo saber cuando encontré a la persona con la que viviré el resto de mis días habiendo tantos seres humanos? Disculpen la inmadurez de mi pregunta, pero es mi mayor miedo ante esta situación.
Mal de generación ·2: Creer que el amor mueve al mundo. Me declaro (extra) culpable. Y no me digan que ustedes no porque entre tanta maldita guerra no nos queda de otra más que buscar en los recovecos una luz que le haga ver al mundo que no todo está perdido. Honestamente, suena súper cursi y lo que quieran, pero por más que lo intentes no puedes evitar voltear y ver...¡amor! Al final del día, cuando reprobaste, te traicionaron, lloraste, te enojaste, y sólo te quedan ganas de echarte en la cama, lo único que siempre permanece es...¡el amor! (Es taaaaan romántico)
Mal de generación ·3: Panza chelera/ Lonjas por usar jeans a la cadera. Me declaro culpable (¡de ambos dos!). Bueno, no creo tener que explicarles mucho, sólo siéntanse orgullosos porque de verdad son marcas registradas y, sobre todo, será el recuerdo de lo bien que la pasamos.
Por el momento mis cavilaciones llegan hasta aquí, pero me niego creer que somos la generación "X" porque nada pasa con nosotros como alguna vez nos quiso hacer creer mi querido profesor Cano (ja).
Espero poder aumentar la lista en los próximos días. Como siempre, se aceptan sugerencias.
xoxo