7.10.2008

Tic, toc, tic, toc...

Ok, por fin, después de mucho tiempo puedo darme unos minutillos para meditar sobre la siguiente entrada en este su humilde blog. De antemano les pido una disculpa, pero juro que la escuela apenas y me da para respirar los fines de semana, y eso porque de plano los fines de semana me olvido de todo asunto académico... menos este que viene porque tengo muchas cosas que hacer. 
En fin, la buena noticia es que aún tengo mis ratos en el carro para pensar en mis cosas, más que en cómo le voy a hacer para que me rinda la tarde; y bueno, mis cavilaciones más recientes han girado alrededor de muchos temas, pero hoy caí en un uno que me ha frecuentado últimamente. ¿Nunca les ha pasado que de repente se atraviesan en su vida eventos bastante similares, o dan con cosas que tienen un tema en común? Pues lo que me tiene ocupada estos últimos días es algo que llegó ya hace unas semanas cuando un tipo que va en mi salón, y que me cae mal por cierto, nos presentó a una amiga y a mí el libro de Kierkegaard que se llama Diario de un seductor, no lo he leído, pero tengo entendido que básicamente habla de este hombre que enamora a una chava, pero resulta que no la quiere realmente es nada más como por el gusto de... !o algo así!, perdón que no les pueda dar más detalles. 
Luego hoy en clase de francés estuvimos analizando El principito, capítulos 5 al 10 para ser más exactos, y de nuevo saltó eso de nada más andar haciendo cosas por perder el tiempo, que en sí no tiene nada de malo, !lo malo es cuando pierdes el tiempo haciendo que los demás pierdan el tiempo! Ya cuando iba en el carro con mi amiga empezamos a comentarlo, que bueno los 5 minutos de la escuela al metro no dan pa' comentar mucho, pero me quedé pensando en ello; y es que bien lo dijo ella, no sólo se trata de hombres que conquistan mujeres nada más porque sí, se trata de que la gente nunca sabe lo que quiere ¿realmente es tan difícil determinar un objetivo y dirigirte a él sin importar lo demás? y que sea un objetivo que realmente quieras !por favor!
Creo que de las pocas entradas que he hecho en este blog, en varias he hecho alusión a la importancia del tiempo y creo que eso les deja claro mi pequeño trauma con el tema. No sé por qué razón, pero este suele ser la causa de mis mayores traumas. Algo que me deprime mucho es ponerme a pensar en cómo seré o estaré cuando sea vieja. !No quiero llegar a vieja! juro que me rehuso con todas las ganas del mundo, puede que sea porque tengo 20 y, naturalmente, a los 20 nadie quiere llegar a viejo y puede ser que conforme pasen los años y vaya viviendo las cosas que se supone que debo vivir me vaya haciendo a la idea hasta que por fin pueda morir satisfecha, porque ese es mi objetivo en la vida: morir con la consciencia cierta de que hice que lo que tenía que hacer y de que fui feliz haciéndolo. 
En fin, no me quiero desviar del tema, esa es otra historia. El punto es que... olvidé el punto... "tengo 20, no quiero crecer,"... 
Bueno... no por nada el tema principal de mi película favorita se lee como: "Le temps detruit tout" ("El tiempo lo destruye todo"), y tampoco por nada mi metáfora favorita es la de el mito de Cronos y Mnemosine: la memoria devora el tiempo.
Creo que perdí un poco el hilo, pero para no hacer esto muy largo sólo quiero decir que el día de hoy he agregado un punto más a mi corta lista de lecciones importantes en la vida, que va más o menos así:
1. Hacer las cosas por mí y no porque otros hagan o dejen de hacer.
2. Si quiero las cosas bien hechas SIEMPRE tendré que hacerlas yo.
y la nueva:
3. No pierdas el tiempo haciendo a otros perder el tiempo.
Creo que esa debió haber sido la primera siempre... pero en fin. 
xoxo